viernes, 19 de febrero de 2010

Ya quiero decirte...


Ya quiero decirte que me enamoré de ti desde que te soñé por primera vez
y todo este tiempo no he dejado de estarlo,
aunque he huido de esa palabra
pero ahora siento que soy responsable al tomarla
porque incluso sólo pensando en ti me enamoro nuevamente cada vez,
cada vez que me dirijo a ti directamente no puedo ni por un instante dejar de sentirte,
no exagero,
en esto sencillamente no he exagerado.

Sentir, pensar y razonarme enamorado es una fuerza que me lanza siempre a descubrir,
porque de corazón en frente de una persona no se puede predecir nunca lo que pueda pasar
y verme siendo
Soy
y lo que sería contigo...

Esto que escribo no presenta ni condiciones ni restricciones en mi ayer, ni en mi hoy,
ni en mi niño ni en mi deseo de futuro.

En tus ojos me reflejo
y si en los tuyos sientes mi mirada
y si en ella se refleja la tuya
permitámonos acercarnos,
de cerca será mejor...


Y si el tiempo y el espacio se presentan como obstáculos, no serán definitivos
debe haber un plan
un plan fiel
con el rostro de Jesús de Nazareth.


En el principio te sentiste tan bien conmigo
yo también lo sentí
pero no sabía ni qué hacer
ni qué decir
sólo sentía profundamente...
Creí en este momento justo de expresártelo
la verdad nunca supe cuándo lo sería
pero siempre lo esperaba
y lo pensaba cada vez al verte, al pensarte...

Y ahora
es este momento
de encuentro, de estas letras en tus pensamientos,
quiero decirte que es lo más sincero de todo
de todo lo que he impreso con pasión y razón
no de un día, sino de cientos,
sé que he estado enamorado, lo estoy,
ya no huyo de esa palabra…

jueves, 11 de febrero de 2010

Y---


No sé cómo definir mi deslumbramiento ante ti,
tampoco se ahora cómo me he ocultado tanto
permaneciendo como tu niño creativo,
este niño que no se detiene ante la sordidez adulta,
la que da verdades terminadas y seguridades saturadas...


Pude haber estallado en una de tus tantas sonrisas,
o en una de tus acertadas palabras,
o en mi desconcierto ante tu figura, tu presencia,
o en mi perplejidad ante el encuentro de tu mirada,
o frente a muchas otras posibles excusas,
pero mi lógica desvanecía famélica...


Y después el tiempo, los días y los días,
horas, minutos y segundos,
y creer que estaba bien cuando me faltaba un poco el aire que respiraba,
aquí, allá y más allá,
sintiendo crispar mi palpitar
e incluso en ocasiones adornarte con gotas de cristal
y el brillo en mis ojos
perdiendo la cordura
o recuperándola en mi niño furtivo,
caminando, pensando y suspirando
llevándote a todas partes...


Y querer verte una vez más, una vez nuevamente
precisamente muy cerca de los anteriores segundos,
con ansias de saber cuándo volverían,
y cuándo llegaría el momento justo
agradeciendo a Einstein por acabar con el tiempo absoluto,
destruyendo el común creído del reloj universal,
confortándome con mi tiempo imaginario,
el tiempo que muchas veces no parecía funcionarme...

Y querer reconocer tus miradas en otras semejantes,
e imaginarte ahí…
y clamar al cielo para que nada te haga daño,
desterrar tus lágrimas de dolor,
lanzarlas allá donde nunca más podrán volver con la misma fuerza,
disminuidas o aniquiladas para siempre
porque dependo también de tu alegría,
y no sé aguantar saber lo contrario
ya que siento lastimarme
y ese dolor inevitablemente agresivo...


Aunque la lucha sea dura
hay miles de motivos desde la eternidad para vivir,
una sonrisa podrá sobreponerse al caos,
y particularmente recordar una sonrisa tuya me ha levantado
has puesto nociones de cielo a mis pies.
Mi lenguaje se atreve a sentirte como si te conociera desde siempre
tal vez porque he vislumbrado lo que para siempre debería sentir.
A Dios y a éste su universo, pido puedan darte de muchas maneras: “alegrías sin límites”.

domingo, 7 de febrero de 2010

Ahora justo en frente de ti :-)


He buscado algo agitado cientos de palabras como memoria inextinta,
Pero justo ahora en frente de ti,
Con tu sentir y pensar, con tus miradas y recuerdos,
Estoy sereno, más de losuficientemente sereno.