miércoles, 7 de abril de 2010

Tu dolor


Tu dolor lo siento como mi dolor, y si proviene de mí es como una dura condena.
Sólo tómame
Tú en mi vida influyes demasiado
Toma mis desacertadas palabras como las hojas marchitas de un árbol de jardín,
desgájalas y tíralas junto a la raíz y allí naturalmente se desintegrarán como abono.
Ése es el diálogo que me interioriza y la perfección que me alcanza.
Y verás que la savia que corre es mi vitalidad natural fluyendo sin ninguna artificialidad ni malicia alguna.
Tú ya puedes saber cuánto en lo esencial me tocas.
Contigo me siento tan honesto.
Tu sinceridad es la luz cierta, la que abre las puertas más bellas.
Eres mi guía, eres tierna,
eres TÚ.
(Creo que Dios en su voluntad lo permite, y "que tengamos la humildad de reconocer la grandeza de Dios en nuestras vidas")

1 comentario:

Hope dijo...

Sabes en ese escrito cuando plasme las palabras, te odio, quiero que sepas que no eran contigo!
te quiero!